Aunque a nivel agregado, la polarización política es más alta que la social, si se observan las opiniones específicas vemos que la mayor brecha se da en torno a las generaciones de pertenencia. Las personas mayores y los jóvenes tienen visiones opuestas respecto del grado de comprensión de los desafíos actuales y en temas como salud mental. La capacidad de los mayores para enfrentar los desafíos actuales es mal valorada por los jóvenes y bien evaluada por los de más edad. Esta es la brecha más alta de todo el estudio (54 puntos, 4 puntos mayor incluso que la observada en 2023).

La otra gran distancia entre generaciones tiene que ver con la visión de la salud mental. Los jóvenes piensan que los mayores son menos responsables que ellos con su salud mental (75% piensa así). Mientras, apenas un 25% de los mayores comparte esta visión. Aquí se observa una brecha de 50 puntos.

El análisis de la polarización subjetiva muestra que los mayores creen que los jóvenes los perciben como más capaces de comprender los desafíos actuales y más responsables de su salud mental. Es decir, aparentemente hay una disociación entre la imagen que ellos creen proyectar y lo que efectivamente perciben los jóvenes.

Estos resultados revelan que las visiones cruzadas de ambas generaciones son opuestas. Algo hay en la imagen que tienen los jóvenes de los mayores y la autoimagen de estos últimos que choca. No ocurre lo mismo al inverso porque los jóvenes se muestran más autocríticos lo que va en la línea de lo que opinan los mayores. Es un hallazgo que nos invita a reflexionar, especialmente en la sociedad más longeva y multigeneracional de la historia.