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Informe de Resultados: Estudio Nacional de Polarizaciones 2024

El pasado nos sigue dividiendo

Tal como vimos en 2023, la valoración del periodo político posterior al golpe de Estado de 1973 sigue siendo el aspecto que más nos divide en las opiniones políticas. No obstante, también ha descendido levemente la polarización en torno a este tema, lo que puede deberse a que la medición del año 2023 coincidió con la conmemoración de los 50 años.

La idea de que “el gobierno militar no priorizó los derechos humanos, pero lo importante es que hubo orden y desarrollo económico” es rechazada por el 80% de las personas de izquierda (disminuyó 4 puntos desde 2023) y apoyada por el 71% de las personas de derecha. Por otra parte, la idea de que “durante los años de dictadura la economía del país vivió un retroceso importante” es apoyada por el 81% de las personas de izquierda (2 puntos más que en 2023), y solo por el 39% de las derechas (aunque fue 6 puntos más), lo que supone una brecha de 42 puntos.

Quizás Chile necesita un proceso de sanación que nos permita entendernos, reconciliarnos con el pasado y proyectar un futuro con mayor claridad emocional. Como en toda terapia, lo primero es admitir que hay un problema. En Chile existen dolores profundos que hemos evitado enfrentar del todo: desigualdades históricas, clasismo, desconfianza en las instituciones y rupturas sociales que se han profundizado con el tiempo. Reconocer estas fracturas es el primer paso hacia su recuperación. La terapia colectiva comienza cuando aceptamos que, en mayor o menor medida, todos hemos contribuido a un conflicto.

Otra lección de la terapia es que todas las emociones son válidas. La rabia por las injusticias, el miedo al cambio y la tristeza por lo que hemos perdido son parte del proceso. Sanar implica dar espacio a estas emociones, permitirnos sentirlas sin vergüenza y reconocerlas como parte del camino hacia una reconciliación genuina.

Parte de la sanación terapéutica implica dejar de luchar contra el pasado. No se trata de olvidarlo, justificarlo ni idealizarlo, sino de mirarlo con honestidad para extraer sus lecciones. Chile necesita reconciliarse con su historia.