
Informe de Resultados: Estudio Nacional de Polarizaciones 2025

Polarización Subjetiva Política
Las brechas de percepción entre izquierdas y derechas aumentan en 13 de las 20 frases comparables, lo que indica que vuelven a distanciarse las imágenes que cada grupo tiene sobre el otro. Los cambios más significativos ocurren respecto de:
- El aborto debe volver a ser prohibido, es decir, no debe permitirse bajo ninguna causal: la brecha subjetiva aumenta en 11 puntos porcentuales, aun cuando la distancia real entre izquierdas y derechas se reduce levemente (de 31 a 28 puntos). Este incremento en la polarización subjetiva se explica porque las personas de izquierda sobreestiman en mayor medida la posición de la derecha: creen que un 73% está de acuerdo con la frase (5 puntos más que en 2024), cuando en realidad solo lo está un 40%. A ello se suma que en las personas de derecha disminuye el apoyo a esta idea (6 puntos).
- El Estado debe mantenerse alejado de toda actividad empresarial: la brecha subjetiva aumenta en 9 puntos porcentuales. Este incremento se explica porque entre las personas de derecha disminuye el nivel real de acuerdo con la frase (de 62% a 56%), mientras que las personas de izquierda aumentan su sobreestimación de la derecha (pasan del 68% al 71%).
- Siempre que exista la posibilidad de hacerlo, se deben subir los impuestos: la brecha subjetiva aumenta en 8 puntos porcentuales. Esto ocurre porque el acuerdo real entre las personas de izquierda disminuye (de 35% a 31%), y las personas de derecha creen que un 55% de la izquierda apoya esta idea, manteniendo su percepción respecto al año anterior.
Se mantiene la tendencia de la izquierda a sobredimensionar las opiniones de derecha y de la derecha a subestimar las opiniones de la izquierda.
Otro hallazgo destacado es la persistencia de las distorsiones en la percepción entre sectores políticos, en los mismos ítems desde el 2023.
En concreto, el informe muestra que se mantiene la tendencia de la izquierda a sobreestimar las opiniones de la derecha, por ejemplo, al imaginar un mayor nivel de acuerdo con posturas conservadoras como la prohibición total del aborto, la libre tenencia de armas o la primacía del crecimiento económico por sobre el medioambiente; mientras que la derecha continúa subestimando las posturas de la izquierda, creyendo que su apoyo a temas progresistas -como el aborto libre o la autonomía indígena- es menor al real.
Este hallazgo revela un fenómeno de polarización subjetiva asimétrica en tanto ambos sectores interpretan incorrectamente al otro, pero en direcciones opuestas. Mientras la izquierda tiende a imaginar una derecha más extrema de lo que realmente es, la derecha percibe a la izquierda como más moderada. Esta asimetría reproduce un clima de desconfianza y dificulta el encuentro, ya que las percepciones distorsionadas se convierten en barreras para el diálogo informado.
La sobreestimación y la subestimación no deben entenderse únicamente como errores de juicio o falsas creencias, sino como expresiones de un fenómeno perceptivo más amplio, donde intervienen tanto las mediaciones comunicacionales como las experiencias directas entre grupos. Las personas no imaginan al otro en el vacío: lo perciben a partir de cómo ese otro se muestra en el debate público, cómo lo encuadran los medios de comunicación y cómo las redes sociales amplifican los mensajes más extremos, reforzando la idea de que la identidad del otro bloque es más homogénea y radical de lo que realmente es.